Hercules y el Jabalí de Erimanto

Un día el Dios Euristeo nos mandó a Hércules y a mi a hacer unas de las doce tareas que tenía que cumplir, en castigo por haber matado a su familia. Esta misión consistía en traer el Jabalí de Erimanto al palacio donde estaba el Dios Euristeo

Caminabamos por los campos de los olivos para llegar a la montaña en busca del animal. Cuando llegamos a la cima de la montaña había mucha nieve, el jabalí de Erimanto estaba durmiendo, y derrepente cuando lo quisimos capturar se desperto. Hércules lo intentó capturar por la cabeza y yo por el cuerpo.

Cuando Hércules se enfrentó a la bestia me dió mucho miedo por que el lastimó la mano de mi compañero por lo que decidí salir a ayudarlo ya que el era muy fuerte Hércules no podia solo. Y en ese momento pudimos capturar al Jabalí gracias a Atenea que nos dio las cadenas para capturarlo.